Koiné es un planeta ficticio habitado por cinco Razas humanoides:
- Forzudos: seres de fuerza descomunal, que constituyen la población más numerosa del planeta. Pueden llegar a vivir hasta 90 años. Sus características físicas más sobresalientes son su robustez, la dureza de sus huesos y la gran fortaleza de sus músculos, que les permite ejecutar proezas impresionantes, tales como alzar hasta cinco veces su propio peso, o partir madera a mano limpia, entre muchas otras. Sus asentamientos son llamados tribus, siendo la más importante de ellas Shuntai. Elaboran las monedas de bronce.
- Pensantes: telépatas desde que nacen, pueden llegar a vivir hasta 300 años. Sus cabezas son enormes, no tienen orejas (sólo pequeños orificios en cada lado de la cabeza), ni pelo (ni siquiera cejas). Seres inherentemente pacíficos debido a su empatía, los Pensantes han establecido una Red Mental, también llamada Mente de Colmena o Red de Pensantes, que los mantiene a todos conectados a nivel mundial. Sus asentamientos son llamados colonias, siendo la más importante de ellas Mudraci. Elaboran las monedas de plata, que equivalen a diez bronces.
- Conscientes: capaces de vivir hasta 2,000 años, son seres delgados, altos y huesudos. Su principal característica es su habilidad de cambiar la realidad del plano físico (hacer magia). Son llamados “los Conscientes” porque están conscientes de que el plano físico es sólo una ilusión que puede ser alterada con su poder, que proviene desde dentro, al canalizar la Energía del Universo. Sus asentamientos son llamados guetos, siendo el más importante de ellos Kontar, donde reside una antigua Academia que les ayuda a enfocar y hacer mejor uso de sus habilidades. Elaboran las monedas de oro, que equivalen a diez platas.
- Eternos: no envejecen, ni enferman y poseen una memoria eidética, que les permite recordar todo como si acabase de suceder. De hablar suave, altos y galantes, ágiles y acrobáticos, con orejas levemente puntiagudas. Su principal habilidad es persuadir a otros para que hagan cosas por ellos. Sus asentamientos son llamados congregaciones, siendo la más importante de ellas Lendl. Elaboran las monedas de platino, que equivalen a diez oros.
- Lumínicos: no envejecen, ni enferman, ni mueren y se comunican por simple contacto. Son seres de pura energía, con una forma que recuerda su antiguo pasado humanoide y pueden asumir distintas formas, como proyecciones holográficas. Cuando son amenazados, pueden electrificar a los seres físicos. Como son capaces de viajar tan rápido como la velocidad de la luz, su principal atributo es su relatividad, que es la capacidad de doblar el tiempo (alentarlo, acelerarlo, congelarlo y regresarlo, entre otras habilidades). Sus asentamientos son llamados agrupaciones, pero no permanecen en un punto específico del planeta, pues siempre andan merodeando donde hay luz del sol. No tienen apego por las cosas físicas.
Koiné ha existido por milenios, pero hasta hace apenas 11,137 años la Raza de los Pensantes comenzó a contar el paso del tiempo. En Koiné, los años duran 360 días, estando cada año dividido en diez meses, de seis semanas cada uno, y seis días por semana.
En Koiné se habla un idioma común que fue establecido durante la Gran Unificación, un evento cumbre en la historia del planeta, el cual marcó el fin de los conflictos entre las Razas. Sin embargo, los Conscientes aún utilizan el antiguo idioma Consciente para conjurar sus más potentes hechizos, pues los sonidos de dicho idioma resuenan más allá del plano físico.
El planeta Koiné posee un único continente que es una masiva extensión de tierra que cubre la zona central del planeta, contando con dos grandes masas de tierra: Oriente y Occidente, unidos en un lado por el Istmo y separados en el otro por el Estrecho. En Occidente justo en el centro geográfico del continente, se encuentra un inmenso valle dentro del cual yace la Gran Ciudad, que es el centro de población más numerosa del planeta y el centro de comercio, donde yace el Castillo del Gobierno Central, lugar en el que reside la Regente Suprema y su gabinete.
En el continente de Koiné se pueden identificar cinco grandes territorios:
- Los Territorios Habitados, que cubren una enorme extensión de forma irregular que incluye todos los asentamientos (tribus, colonias, guetos, congregaciones y la Gran Ciudad) habitados por las Razas físicas.
- Los Picos Nevados, el único territorio del planeta cubierto de nieve, ubicado al puro norte del continente, en Occidente.
- Los Viejos Bosques y Selvas, que son amplias extensiones de tierra distribuidas a lo largo de todo el continente, donde nunca han pasado rutas de comercio.
- El Antiguo Desierto o Bosque Nuevo, que es un vasto territorio ubicado al oeste del Gran Río. Por siglos, el abuso por parte de los Forzudos de prácticas de caza, tala, siembra y ganadería desgastaron los suelos, lo que los hizo migrar a otras zonas, donde todo el daño comenzaba de nuevo. El río más caudaloso que cruzaba la zona erosionó cada vez más el cauce, hasta volverse un río subterráneo. Esta tierra antiguamente árida fue restaurada mágicamente durante la Gran Unificación, gracias a las hazañas del Iluminado y los Conscientes, y actualmente es un próspero bosque.
- La Zona Volcánica, que es una región inhabitable al sur del continente.