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Álvaro Cubero Pardo

¡Hola, navegante! 👋🤓

Gracias por visitar mi sitio oficial. La idea es que me conozcás un poco más, ya sea porque estás valorando la posibilidad de leer alguno de mis libros y querés saber quién es el hombre detrás de las letras, o porque ya me has leído y querés saber qué otras cosas he escrito o qué más hago, aparte de escribir.

Seguí leyendo más abajo, para que te enterés de todos los detalles.

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Mi historia

De chiquillo, me gustaba mucho no sólo leer, sino también escribir. Incluso, llegué a crear un cómic titulado Los Gemelos Interplanetarios, donde dos hermanos –Planetoy y Astrólogo– nacidos en el planeta Kimberl eran enviados por su padre en una nave lejos de su planeta a punto de estallar. Ya lo sé, suena parecido a la historia de Superman de entrada, pero esperá.

Resulta que la nave donde venían el par de bebés intergalácticos, cuando se están aproximando al planeta Tierra, sufre un desperfecto y se parte en dos. El trozo de nave donde va Planetoy se dirige directo al Sol y en el que va Astrólogo se va al centro de la Tierra. ¡Zas! Bueno, eso causa que ambos desarrollen una serie de poderes chivísimas.

Por ejemplo, Planetoy podía hacerse "transparente", lo que significa que podía atravesar paredes como un fantasma. Astrólogo, por su parte, podía convertirse en una antorcha humana. Y así, cada uno tenía un montón de poderes distintos. Pero lo más chuzo era cuando invocaban la Unión, que era donde ambos gemelos se fusionaban en un solo cuerpo que contenía todos los poderes de ambos.

El caso es que esos cómics los coloreaba yo a lápiz y los guardaba celosamente. A veces, convencía a mi primo Carlos o a mi mejor amigo de la escuela, José Daniel, a que jugáramos a ser "Los Gemelos Interplanetarios" y grabábamos esas aventuras en casetes que luego yo escuchaba, deleitándome con nuestras locuras infantiles. Yo siempre era Planetoy, por cierto.

En una de tantas mudanzas que hicimos mi familia y yo, se extraviaron esos cuadernitos donde tenía yo todo eso escrito, dibujado y coloreado. Pero la creatividad y capacidad imaginativa nunca las perdí. Yo creo que, por eso mismo, lo primero que me atrevi a escribir formalmente fue Las Cinco Razas, porque era tan inmenso el mundo que vivía escondido en mi mente, que estaba deseando salir a borbotones.

Y desde entonces, no he parado de escribir. Yo quisiera poder dedicarme a ello tiempo completo, pues no hay ninguna otra actividad profesional que me haya apasionado con mayor intensidad y más constancia que ésta. Cuando me meto en el proceso de escribir –lo que se dice "con ganas"– se me pasan volando las horas y hasta olvido comer y dormir.

De escritor a editor

Hace algunos años conocí a Daniel Fernández Masís, quien, con el paso de los años, ha llegado a convertirse en un amigo muy querido. En aquel entonces, recuerdo que comenzamos a leer la obra del otro y a darnos retroalimentación. Dani estaba terminando de escribir su segunda novela Testigo de mi Muerte y me preguntó que quién me había editado mi libro, porque no tenía un solo error. Ejem, ejem... Le contesté que había sido yo mijmito, el hijuemimama, como quien dice. Una cosa llevó a la otra y, cuando me vi, estaba editándole su novela a mi colega. Tremenda responsabilidad, pero quedó tan satisfecho con el resultado que, un año y fracción más tarde, me pidió que le editara su tercera novela (Travesía de Dos Hermanos). Para ese momento, ya había yo editado otras dos novelas y dos poemarios... Y el resto es historia. Podés ver acá todo Mi Portafolio, si querés.

Un escritor diverso (pun intended 😅)

Yo pienso que un escritor tiende a escribir acerca de aquello que le interesa, le afecta, le compete, le inquieta, le carcome... que le "llega", vamos. Y las mentes de muchos escritores que ya tienen algunos ayeres a cuestas son complejas. Bueno, yo no creo ser una excepción. Creo firmemente que las experiencias de vida nos marcan y que esas 'marcas' (para no llamarlas 'cicatrices' y, mucho menos, 'heridas') tienen un propósito. Y creo que si ese propósito no conseguimos descubrirlo, cuando lleguemos a la tumba, nos pesará tantísimo esa carga que será como si nuestra vida no hubiese tenido sentido. ¿No te pasa que, cuando vas por la vida, sin tener claro tu propósito, sentís que ha perdido un poco el sentido estar acá? A mí me ha pasado y no es nada agradable.

Así las cosas, a mí me inquietan muchos temas y escribo acerca de todo eso. Trato de darle un toque artístico, estético o, al menos, reflexivo a las cosas que escribo, ya sea como narrativa o como poesía. Me han dicho que mi prosa es muy lírica. No tengo idea exacta de lo que eso significa, pero qué gusto que así lo perciban y les agrade. Yo te aseguro que estoy muy satisfecho y orgulloso de todo lo que he publicado. Si no fuera así, aún estaría escondido en mi computadora, como varios textos que andan por ahí, durmiendo el Sueño de los Justos.

Pero si hay un hilo conductor común en mis letras es que quiero hablar de la diversidad, pero no sólo sexual, sino de pensamiento, de creencias, de formas de ver el mundo. Quiero que se normalicen todas aquellas conductas que viejas tradiciones anquilosadas en su momento llegaron a considerar abominables, vergonzosas, pecaminosas... ¡JA! (Sí, así, con todo en mayúsculas.) ¿Qué se creerán las personas que juzgan a otras? ¿En qué espejo se habrán visto el halo? ¿Padecerán de ceguera selectiva que sólo les permite ver los errores ajenos y no los propios? Y, aún más importante, ¿será que esas cosas que consideran 'errores' lo son en realidad?

Bueno, como ya me puse medio intenso, hasta aquí voy a llegar con este tema. Pero, si te dejó pensando esto que dije, hay más en mis libros, presentado de una manera... artística, digamos. 😏

Compartiendo conocimientos y experiencias

Ya para cerrar este pequeño monólogo (gracias por llegar hasta acá, por cierto), quisiera comentarte que hace mucho traía una espinita metida que, con cada paso, retumbana en mi mente y que ya no podía dejarla seguirme atormentando más. De lo que hablo es de las ganas que tengo de compartir mis propias vivencias con otros autores en ciernes, para que hallen enseñanzas en lo mucho que he aprendido con el objetivo de que, quizás, su recorrido no sea tan tortuoso como el mío. Pavimentarles un poco el sendero, como quien dice.

De esa forma, fue que llegué a organizar el Taller de Escritura Creativa, cuya primera instancia se dará en diciembre de este año (2023) y enero del próximo (2024). Hice alianza con Daniel Fernández (mencionado más arriba) y Steven Cubillo. Ambos me llevan la delantera por mucho en este tema, porque han impartido talleres sobre temas literarios por largo rato ya, así que es todo un honor que aceptaran impartir algunos módulos junto conmigo.

Me despido por ahora. Pero no dejés que la emoción se enfríe. Buscá algún libro que te guste y volvé a leer ese pasaje que tanto te gusta. Hacélo para honrar a ese autor o autora, pero, sobre todo, para honrar el antiguo arte de escribir para hacer volar la imaginación de otros.

Que tu vida siempre esté llena de buenas lecturas.

Afectuosamente,

Firma estilizada de Álvaro Cubero

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